Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Es uno de los Ritos más antiguos de la Orden, pero que ha suscitado numerosas polémicas, tanto sobre su fundación como sobre el propio origen de su nombre.
Algunos remontan sus orígenes al primer hombre, Adán, otros a Manes, y aún otros a los primeros siglos del cristianismo, que claro está, son orígenes simbólicos. La primera referencia al Escocismo que hallamos la da el abate Perau en el año 1742 con su obra "Le secret des Franc-Masons", aunque ya Goubel en "Scotts ou Scotch Masón’s Lodge" nos habla de una Logia escocesa en el Londres de 1733.
Otras fuentes nos hablan de que el Rito Escocés Antiguo y Aceptado fue instituido alrededor del año 1762 en las Grandes Constituciones de Federico II de Prusia, descendiente directo del último Gran Maestre de la Orden Teutónica. Todo parece indicar que el Rito no comenzó a ser practicado en Escocia hasta el año 1846, por lo que el término "escocés" posee un origen distinto al que su nombre refiere.
Por otra parte, la denominación Escocés Antiguo y Aceptado, se ha prestado a polémicas sobre si debía o no llevar la "y". Aquí nos encontramos frente a una razón histórica, cuando en 1717 se constituye la Gran Logia de Londres, algunos masones que no compartían los principios de esta primera federación de logias, y que se mantuvieron fuera de ésta, pasaron a llamarse "los antiguos" en oposición a los "modernos", que también recibían el nombre de "adoptados". En 1739 ante las reformas operadas en el seno de la Gran Logia Unida de Inglaterra (suprimía antiguas costumbres y ceremonias, innovaba rituales) y la injerencia en la jurisdicción de la Logia de York, un gran grupo de hermanos "antiguos" formaron junto a otros muchos masones constructores que no habían querido unirse a la Gran Logia Unida de Inglaterra una Gran Logia bajo el nombre de Régimen Escocés Antiguo. Tras el reconocimiento de las Grandes Logias de Escocia e Irlanda, agregaron a su título la palabra "Aceptado".
En Francia en el año 1786, hubo una separación de obediencias, las cuales, para distinguir sus ritos, continuaron una con el título de Rito Escocés y otra con el de Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
El número de grados de este Rito fue variando y creciendo, hasta que el Conde de Grasse-Tilly, en Charleston (Carolina del Sur) creó el 31 de mayo de 1801 el Supremo Consejo del Grado 33, completando definitivamente el número de grados del Rito, del cual sería Gran Comendador el hermano John Mitchell; y ocurriendo que estos grados superiores se concedían tanto a los "antiguos" como a los "aceptados", quedó consolidado definitivamente el término. Cuando Grasse-Tilly retorna a Francia, trae una patente para crear otro Supremo Consejo en Europa, lo que acontece el 22 de septiembre de 1804 en París, y se constituye definitivamente el Rito Escocés Antiguo y Aceptado que conocemos hoy.
El R.·.E.·.A.·.A.·. es un sistema ritual de 33 grados, en los cuales los tres primeros (Aprendiz, Compañero y Maestro) corresponde a las logias simbólicas que se federan y constituyen una Obediencia, regida ésta por el Gran Consejo de la Orden o Gran Consejo Simbólico, cuyo presidente es el Gran Maestre de la misma. Independientemente de estos tres grados, pero estrechamente ligados en el Rito, se hallan los grados filosóficos, que comprenden del 4o al 33°, constituyendo la Masonería Filosófica, la cual está regida por un Supremo Consejo del Grado 33 (en ocasiones llamado Gran Colegio de Ritos), cuyo presidente es el Soberano Gran Comendador.
Por cada país pueden existir uno o varios Supremos Consejos del grado 33, cada uno de ellos con un Soberano Gran Comendador a su cabeza.
En España el Supremo Consejo del Grado 33º y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España, tiene su origen hace dos siglos. Más concretamente en el día 4 de Julio de 1.811, día en que fue constituido.