piramidal, donde el poder se ejercía de arriba a abajo y en la que los cargos de Gran Maestre y Gran Comendador estuvieron siempre unidos en la misma persona: primero en Ramón Mi Calatrava (hasta 1876); después de muerto éste, en el marqués de Seoane (1876-1887); y por último, y también tras la muerte de Seoane, en José Má Pantoja (1887-1896).
A la muerte de Calatrava, en 1876, estaban registradas 112 logias. Durante las Grandes Maestrías del marqués de Seoane y de José Má Pantoja siguió aumentando el número de logias hasta un total de 331, a finales de 1895. Los años de mayor implantación fueron los inmediatos a la revolución de 1868. Y por lo que respecta a la distribución geográfica, frente a 242 logias metropolitanas, hay 82 en la colonias y otros países, a saber: 42 en Cuba (de ellas 26 en La Habana), 19 en Puerto Rico (10 en San Juan), 2 en Filipinas, 3 en Tánger, 1 en Argelia, 3 en Argentina, 11 en Portugal (9 en Lisboa), y una en Inglaterra (Londres).
En la metrópoli, al igual que ocurre con los otros grandes orientes, es Andalucía la que va en cabeza con un total de 74 logias. Siguen en importancia Castilla-León con 28 logias, Madrid con 28, Valencia con 22 y Cataluña con 19, de las que 11 se sitúan en Barcelona. El resto de logias está bastante repartido. Por provincias las de más densidad masónica son Madrid, Barcelona, Valencia, Huelva, Cádiz, Jaén, Granada y Valladolid.
GRANDE ORIENTE NACIONAL DE ESPAÑA (ROS)
GRAN ORIENTE IBÉRICO (GOI)
También el GONE tuvo su escisión a la muerte del marqués de Seoane, el 31 de enero de 1887, protagonizada por el vizconde de Ros que constituyó un nuevo GONE de carácter más democrático facilitando la creación de Grandes Logias Regionales.
Podemos establecer cuatro etapas en esta nueva obediencia: la primera que va hasta abril de 1888, de la que no existe listado oficial de logias que le fueran fieles, y que coincide con el período constituyente de redacción de una nueva Constitución y la creación de Grandes Logias Simbólicas Regionales. Entre estas Grandes Logias Regionales destaca la de Castilla la Nueva, cuya instalación tuvo lugar el 11 de octubre de 1887 y que estaba compuesta de 17 logias, todas ellas de Madrid capital.
La segunda fase, de efímera unión con el Grande Oriente de España de Morayta, abarca sólo de abril a octubre de 1888, fecha en la que nuevamente se separaron el vizconde de Ros quien siguió con su propio GONE (Ros), y Miguel Morayta quien a comienzos de 1889 constituiría el Grande Oriente Español. La tercera fase en la que ya se consagra la escisión va desde finales de 1888 hasta 1893 en que cambiaría de nombre la obediencia.
Finalmente la cuarta fase corresponde desde el 1° de abril de 1893 hasta su desaparición en 1896. En esta última fase, tras una reforma constitucional el GONE (Ros) pasó a designarse Grande Oriente Ibérico, si bien tanto el listado de logias, como la Gaceta Oficial conservaron la misma numeración. Esta obediencia solamente tuvo dos Grandes Maestres: el vizconde de Ros, su fundador, y a partir de 1892 Francisco Rispá y Perpiñá.
Las logias de que hay constancia constituyeron esta obediencia masónica llamada primero GONE (Ros) y después GOI, fueron hasta el 1° de febrero de 1889 un total de 54. En agosto del mismo año ya superaban las 60 y a mediados de septiembre de 1892 llegaban al centenar. Al transformarse en GOI siguieron aumentando y tenemos noticias algo dispersas, y a veces contradictorias, que nos permiten reconstruir, con algunos vacíos, un listado que llega hasta el n° 129.
Respecto a la distribución geográfica nos encontramos con la tónica ya habitual en las demás obediencias. Andalucía alberga a 44 logias, de las que 20 corresponden a Cádiz y su provincia, y 10 a Málaga capital. Madrid con 22 logias, Barcelona con 10 son los núcleos urbanos que siguen en importancia.
GRANDE ORIENTE ESPAÑOL (GOE)
Como se puede apreciar las disensiones crecían sin cesar entre los masones, y la masonería española estaba en plena anarquía. Miguel Morayta emprendió, no sin dificultad, la tarea de reunir a todos los masones en el seno de una única organización. De esta forma tuvo lugar, el 4 de abril de 1888, la fusión del GONE de Ros con los disgregados elementos del GODE.
El resultado fue la creación de un nuevo centro que había de llamarse Grande Oriente Nacional de España. Con motivo de las elecciones para Gran Comendador, que tuvieron en repetirse varias veces por falseamiento de las actas, hubo nuevas escisiones.
Finalmente la gran mayoría de las logias se adhirieron el electo Miguel Morayta, y el 9 de enero de 1889 constituyen un nuevo cuerpo que adoptó definitivamente, el 21 de mayo del mismo año, el título de Gran Oriente Español, siendo proclamado Morayta como Gran Maestre.
Esta obediencia, de carácter centralista, estaba formada por un Gran Consejo Central, con sede en Madrid, del que dependía el filosofismo, y de una Gran Logia, también en Madrid, de la que dependía el simbolismo. Existían además tres Grandes Consejos Regionales: el de Cuba, el de Filipinas, y el de Puerto Rico.
Bajo la dirección de Miguel Morayta, catedrático de Historia de España de la Universidad Central de Madrid, el GOE alcanzó un gran desarrollo. El primer listado oficial de logias data del 7 de octubre de 1890 y consta ya de 112 logias, 4 logias de adopción y 21 triángulos. Para entonces, con apenas un año de vida del Grande Oriente, ya figuran 19 logias desaparecidas o en sueños.
A raíz de los problemas independentistas de Filipinas, el GOE vio interrumpidos sus trabajos el 21 de agosto de 1896, cuando el Gobernador Civil de Madrid, acompañado de veinte jefes, delegados, guardias de Orden Público y policías de la secreta secuestró los archivos del GOE y de la Asociación Hispano Filipina que tenían la misma sede. Inmediatamente se inició la detención de varios responsables de la masonería que posteriormente serían procesados.
El resultado fue la práctica desaparición del GOE hasta el año 1900 que con motivo del Congreso Masónico Internacional de París (31 de agosto 1 y 2 septiembre) decidió reanudar la vida oficial. Para entonces el registro de logias alcanzaba ya el número 248.
Así, pues, entre octubre de 1890 y finales de siglo, la numeración correlativa de logias va del 113 al 248, es decir, que tenemos al menos 135 nuevas logias. Si comparamos las 112 logias auspiciadas por el GOE desde su fundación en 1889 hasta octubre de 1890, es decir, en algo menos de un año, con las 135 adscritas o fundadas en los diez años siguientes constatamos un crecimiento bastante débil, tanto más si se tiene en cuenta que 73 de estas logias -es decir, más de la mitad de las logias localizadas- tenían su sede fuera de España: 22 en Filipinas, 20 en Cuba, 10 en Puerto Rico, 8 en Marruecos, 10 en Estados Unidos y 3 en Argentina.
A destacar no sólo la implantación en EE.UU. y Marruecos, sino, sobre todo, en Filipinas por las consecuencias políticas que tuvo la independencia del archipiélago y las acusaciones formuladas en su día, especialmente contra Miguel Morayta, Gran Maestre del GOE.
Recapitulando, el GOE desde su fundación el 21 de mayo de 1889 hasta finales de siglo alcanza, al menos, un total de 248 logias, de las que 143 se sitúan en la metrópoli, y 105 en el exterior, especialmente en Cuba (41 logias) y Filipinas y Puerto Rico con 24 logias en cada caso. El resto se reparten entre Marruecos con 7, EE.UU. con 6, Argentina con 5 y República Dominicana con tres.
En la metrópoli las zonas de mayor influencia del GOE están bastante definidas situándose en la cabeza, una vez más Andalucía con 45 logias, Cataluña con 26, País Valenciano con 19 y Madrid con 15.