y Mizraim, fundado en Madrid el 8 de febrero de 1887, y constituido, una vez abonados los derechos de Patente o Graff a Nápoles el 10 de enero de 1889.
La Gran Logia Simbólica Española, organizada a su vez en Grandes Logias Provinciales y logias simbólicas, llegó a alcanzar, hasta finales del siglo, 25 Grandes Logias Provinciales y, al menos, 192 logias simbólicas locales. Como cuerpos auxiliares de la GLSE funcionaban una Gran Logia General de Instrucción, una Gran Logia de Adopción para la clase obrera y una Gran Logia Militar.
Entre 1889 y 1898 alcanzaron la cifra de 198 logias, de las que 54 estaban situadas fuera de España: 18 en EEUU, 17 en Cuba, 4 en Puerto Rico y otras tantas en México y Argentina, dos en Tánger y el resto en lugares tan dispares como Manila, Berlín, Budapest, Montreal y Lisboa.
Por lo que respecta a las 138 logias metropolitanas conviene destacar que las Logias Independientes Galaicas se federaron con la GLSE, lo que hizo que cobrara una importancia decisiva en esta obediencia de Memphis y Mizraim al noroeste peninsular. Tras Andalucía que con 45 logias es la región que tiene más logias dependientes de la GLSE, sigue en importancia Galicia con 16, Cataluña con 12, Madrid con 10 y Extremadura y Valencia con 9.
Como nota curiosa conviene destacar que de las logias matriculadas en Cádiz hay dos a bordo de sendos barcos: el crucero Reina Regente, y el acorazado Pelayo. A estas dos logias hay que añadir otra matriculada en Manila a bordo del crucero Reina Cristina. En agosto de 1895, al naufragar el Reina Regente perecieron cuatro masones de la logia. En los cuadros posteriores figura dicha logia como "sumergida en el mar":
OTRAS OBEDIENCIAS
A las obediencias citadas, que son las de mayor implantación en la metrópoli, habría que añadir otras, puesto que la jurisdicción de la masonería española -como hemos visto- se extendía también a los territorios de ultramar. En este sentido convendría citar aquellas obediencias allí establecidas, como la Gran Logia Unida de Colón e isla de Cuba, fundada en La Habana y que contó con más de 80 logias; la Gran Logia Simbólica de Puerto Rico, fundada en Mayagüez en 1883, o la Logia Provincial de Santiago de Cuba.
Más interés pueden encerrar toda esa otra gama de pequeñas obediencias, como la ya citada Confederación Masónica del Congreso de Sevilla (1878-1880) que daría lugar al nacimiento de la Gran Logia Simbólica Independiente Española (1881-1896), la Confederación Masónica Española y su continuación en la Confederación Masónica Iberoamericana; o las obediencias de carácter regional, como, por ejemplo, la Gran Logia Simbólica Regional Catalana (constituida el 28 de junio de 1886), la Gran Logia Regional de Castilla la Nueva (fundada el 11 de octubre de 1887), la Gran Logia Regional de Andalucía (fundada en 1888), o la Gran Logia Regional Galaica (creada un año después, en 1889). Otro tanto podríamos decir de algunas Grandes Logias Provinciales, como la de Málaga (constituida en 1891) o la de Murcia (creada en 14 de enero de 1893).
De estas la más importante fue la Gran Logia Simbólica Regional Catalana constituida en 1886 y en 1890 se configuraría como Catalana-Balear, y que posteriormente, en 1921, se transformaría en Gran Logia Española, extendiendo su influjo y jurisdicción en todo el territorio español.
MASONERÍA FEMENINA
Por lo que hace relación a la masonería femenina, con el resurgir de la masonería en el período 1874-1890, la mujer española también solicitó su ingreso y empezaron a florecer logias de Adopción. Entre éstas se pueden citar Las Hijas de la Regeneración, de Cádiz; Las Hijas de los Pobres, de Madrid; Las Hijas de la Unión, de Valencia, etc.
En el anuario de 1895 del Grande Oriente Español se recogen siete logias de Adopción.
Por esos mimos años es frecuente encontrarse en los cuadros de logias masculinas nombres de mujeres. Esta costumbre, contraria a las Constituciones de Anderson y a la llamada masonería regular, de la que están excluidas las mujeres, plantea una práctica propia del Grande Oriente Español, consistente en la iniciación de mujeres en rito masculino y la asistencia de estas mujeres a los trabajos de logia, como se puede leer en los libros de actas. Es muy posible que tal presencia femenina, que siempre fue minoritaria, tuviera como objetivo facilitar la creación de logias de Adopción.
Respecto a la finalidad de esta masonería de adopción, en la fiesta del primer aniversario celebrada por la logia madrileña 5 de abril del 88, que tuvo lugar lógicamente el 5 de abril de 1889, entre los brindis finales hubo uno muy significativo, hecho por la hermana Ángeles López de Ayala, dedicado al hermano vizconde de Ros "que dignificaba a la mujer elevándola al igual del hombre, y reconociéndola los derechos de la personalidad, lo cual hoy es favor y no justicia, por la ignorancia de la mujer en general". Y añadió: "Se ha dado un gran paso hacia la emancipación de la mujer (...); la Masonería será el redentor de nuestro sexo".
Esta tradición de logias de adopción continuaría durante el siglo XX, añadiéndose además la creación de logias mixtas bajo los auspicios de la obediencia El Derecho Humano.